Transcribo literalmente mi comentario del Evangelio de hoy –pasaje exclusivo de Lc (12,13ss).
La historia es más o menos así. Otelo Saraiva de Carvalho, uno de los más radicales dirigentes portugueses de la llamada Revolución de los Claveles, la que puso fin a la dictadura de Salazar en plenos años setenta, viaja a Suecia a buscar apoyo político. Le recibe el presidente_ Olof Palme, quien de inmediato le pregunta cuál es su programa de reformas. Otelo dice: "Queremos acabar con los ricos". Entonces Palme, socialdemócrata conocido por su austeridad, sensatez y apoyo efectivo a los movimientos revolucionarios de entonces, incluyendo el de los sandinistas, responde: "Es curioso, porque nosotros aquí lo que queremos es acabar con los pobres".
La anécdota, que ha sido contada por Fernando Savater en un artículo titulado "Pobres y ricos", viene como anillo al dedo para entender la enseñanza de la Parábola del rico insensato del Evangelio de este decimoctavo Domingo Ordinario. El pecado del rico cosechero de la parábola no es ser rico ni asegurar su porvenir, sino non compartir con los hermanos su riqueza, pues acapara los bienes solamente para sí. El peligro fácil de la riqueza es olvidarse de Dios y cerrarse a los hermanos. Entonces la riqueza no es mala. En muchos pasos del AT la riqueza es tenida como señal de favor de Dios y como una bendición, como en el caso de los patriarcas y reyes (Libros del Pentateuco y los históricos). Todos queremos ser ricos. Es lo que también quiere Dios: que todos sus hijos vivan bien, sin que les falte lo necesario, pues la pobreza material no es un bien en sí misma. Por tanto, el bienestar no es una aspiración despreciable, con tal que no se realice a costa de otros valores superiores: libertad de espíritu, disponibilidad, generosidad y “sin avaricia y codicia que es una idolatría”, como dice San Pablo (2.ª lect.). Contradice estos anhelos el clima de corrupción que reina en muchas esferas de la vida de país. En Venezuela, entonces, hay que acabar con la pobreza, no con la riqueza.
Padre Ángelo FERRARO-Párroco

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.