ANIVERSARIO CENTRO MEDICO ANZOATEGUI-LECHERIA

El 27 de Mayo el Centro Médico Anzoategui celebró 39º años de fundación y de servicio a la comunidad de Oriente con una Santa Misa en el auditorio de la Clinica. Fue invitado personalmente el Padre Angelo de parte de la Directiva. En la homilia el padre saludó los presentes con estas palabras:

Quiero comenzar saludando a todos Ustedes: médicos, paramédicos y personales auxiliares, presentes en este auditorio que será al momento una Iglesia y esta mesa, un altar. Celebramos el Trigésimo noveno aniversario de esta conocida y meritoria Clínica.

Se dice que “celebrar es hacer presente” un pasado de logros, de trabajo, de mística, de sacrificio, con la mirada al futuro. Un futuro de nuevos compromisos con Dios, con nuestro País y con nuestros hermanos enfermos.

Esta Santa Misa será un agradecimiento a Dios: en la plegaria eucarística vamos a decir entre otros a Dios: gracias por la luz del sol, ( 365 días del año), por esta tierra tan hermosa que nos ha dado, por los hombres que la habitan y por habernos dado el regalo de la vida”. Y al mismo tiempo pidiendo a Jesús, que estará presente en esta celebración eucarística, una bendición especial, particular.

Felizmente somos parte de una cultura donde tiene gran importancia la Bendición. Venezuela es el unico País en el mundo que se pide la bendición al Sacerdote, papá, mamá, abuelo, abuela, tío, tía Una de las primeras cosas que aprenden nuestros pequeños es el gesto de cruzar los bracitos y musitar: “Chión”. También de mayores no saldremos de la casa o entraremos en ella sin solicitar la bendición del papá o de la mamá. La bendición significa no solo la benevolencia de Dios, sino también deseo de creer y un despertar de lo sagrado. “Dios no está muerto” como gritaba él filosofo alemán Niche. A propósito de la bendición, quiero relatarles una experiencia que he vivido hace una semana. Yo estaba en el tráfico a la altura de la Panadería principal de Lechería cuando me llamó al celular el Dott. Calil para recordarme el compromiso de la Santa Misa. Estaba contestando cuando un policía me intimó de ponerme a lado de la vía. Con cortesía, de verdad, me recordó que estaba prohibido hablar con el celular, manejando un carro y por eso tenia que pagar 5 unidades tributarias. Me pidió los documentos y cuando se enteró que era Sacerdote, su respuesta fue: “Padre, bendición” y me licenció. ¡Milagro de la bendición!

Para terminar: Comprobáis que en vuestra profesión no basta la asistencia médica y los servicios técnicos, aunque se realicen con profesionalidad ejemplar. Es preciso ofrecer al enfermo también la especial medicina espiritual que consiste en el calor de un auténtico contacto humano. Ese contacto puede volver al paciente el amor a la vida, estimulándolo a luchar por ella, con un esfuerzo interior que a veces resulta decisivo para su curación.

Que Dios nos bendiga. Amen.