Título

Nuestra Señora del Carmen

Padre Angelo Ferraro

sábado, 2 de mayo de 2015

ROMA, 1 de mayo de 2015 – Han llegado a Roma, desde todo el mundo, las respuestas al cuestionario preparatorio a la segunda y última sesión del sínodo sobre la familia, programado del 4 al 25 de octubre.

Una impresión difundida – a veces de manera interesada – es que la discusión presinodal se polariza entre dos posiciones extremas: por una parte, los que desarían introducir cambios radicales en la doctrina y en la praxis católica del matrimonio, permitiendo la disolución del vínculo y las segundas nupcias;  por la otra, quien se mantiene firme en castigar con la excomunión de hecho a quienes violan el dogma de la indisolubilidad.

El Papa Francisco, al clausurar la precedente sesión del sínodo, se había expresado con palabras duras contra ambos tipos de extremismo.

Su deseo, muy claro ya, es efectivamente que la Iglesia encuentre y recorra una "tercera vía", muy fiel al mandamiento de Jesús sobre el matrimonio y, al mismo tiempo, afectuosa hacia quien lo ha violado.

Lo que sigue es el extracto de un ensayo teológico que se propone ilustrar, precisamente, una posible "tercera vía".

Su autor es el teólogo dominico Thomas Michelet, de la facultad teológica de Friburgo, en Suiza.

El padre Michelet ha publicado este ensayo en la prestigiosa revista "Nova & Vetera", fundada en 1926 por el insigne teólogo tomista Charles Journet, nombrado cardenal por Pablo VI en 1965 y dirigida sucesivamente por otro teólogo y cardenal, Georges Cottier, ambos suizos y dominicos. Desde 2002 "Nova & Vetera" tiene también una edición en lengua inglesa, producida y publicada en los Estados Unidos.

La propuesta del padre Michelet es instituir un "ordo paenitentium" para quienes se encuentran en una condición persistente de diversidad con la ley de Dios y emprenden un camino de conversión que puede durar muchos años, o incluso toda la vida, pero siempre en un contexto eclesial, litúrgico y sacramental que acompañe su "peregrinación".

El modelo de este orden de los penitentes es el sacramento de la penitencia en la Iglesia antigua, con una forma renovada. Aunque no puedan acceder a la comunión eucarística, los penitentes no estarían excluidos de la vida sacramental porque este camino de conversión sería, él mismo, sacramento y fuente de gracia.

A continuación se reproduce la parte central del ensayo de padre Michelet, que es mucho más amplio y dedica páginas muy interesantes a dos cuestiones que también han sido debatidas en la precedente sesión del sinodo: la ley de la gradualidad y la comunión espiritual.

"Nova & Vetera" ha puesto a disposición de todos el texto íntegro del ensayo, en francés:

> Synode sur la famille : la voie de l"’ordo paenitentium"

Hay que desear – como ha pedido el Papa Francisco – que propuestas y reflexiones como esta se conviertan en el pan de cada día del debate antes y durante el sínodo, en contraposición con quien ya procede y actúa como si todo ya se hubiera resuelto de facto y la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar fuera ya un derecho adquirido.

Porque esto es lo que sucede en Alemania, por ejemplo. Y las recientes declaraciones del cardenal Reinhard Marx avalan este comportamiento:

"No podemos esperar hasta que un sínodo nos diga cómo debemos comportarnos aquí sobre el matrimonio y la pastoral familiar".

Pero podemos citar también la expeditiva conclusión "erga omnes" a la que ha llegado el teólogo Basilio Petrà ante el simple hecho de que en el consistorio de febrero de 2014 el cardenal Walter Kasper se expresara – con el aval del Papa – contra la exclusión a la comunión de los divorciados que se han vuelto a casar.

De hecho, según Petrà, a partir de ese febrero de 2014 "las cosas han cambiado".

Y han cambiado – dice – porque con el informe Kasper "el magisterio ha situado de hecho en el área de la duda" lo que hasta ahora era una prohibición indiscutible.

Con la consecuencia de que ahora "un confesor puede serenamente considerar dudosa la norma exclusiva y, por consiguiente, puede absolver y admitir a la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar en las condiciones habituales", sin ni siquiera esperar el consentimiento de su obispo que "no es necesario".

La tesis de Petrà –  que además de ser autor de referencia de "La Civiltà Cattolica" es especialista en teología oriental y admirador de la praxis bizantina que admite las segundas nupcias – ha sido publicada con gran relieve en el último número de la prestigiosa revista "Il Regno", editada por los religiosos dehonianos de Bolonia:

> Verso il sinodo 2015 - Buone notizie per i confessori?

Pero volvamos a "
Nova & Vetera", que aún se toma en serio el próximo sínodo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.