En un programa
de radio, la periodista entrevistó a Mons. Romero, Obispo Auxiliar de la Diócesis
de Barcelona.
En el
curso de la conversación una señora llamó por teléfono diciendo que” estaba
brava con Dios porque con todas las oraciones de este mundo, no dio la victoria
a la parte opositora de este gobierno”. Así. Y la señora está segura, tan segura, tan genuina y sinceramente casi molesta y asustada
La respuesta
de Monseñor- mi opinión - fue evasiva y poco clara. Leyendo el periódico “Tal Cual” del 14
de Octubre de 2012 encontré un artículo de Fernando Mires con el título “Dios
no se mete en Política”: muy interesante, sencillo y teológicamente exacto.
Transcribo
una parte por motivo de espacio:
“Los políticos
tienen la mala costumbre de involucrar el nombre de Dios en sus éxitos o fracasos
lo que no debe extrañar pues la política está sometida a contingencias e imprevisiones.
Y donde la certeza no reina deseamos una mano divina que nos guíe. Ahí, y solo
ahí, es cuando tantos se acuerdan de Dios y le piden su gracia, compensación de
humanas debilidades. Pero Dios no interviene fuera de nosotros y al parecer
tiene buenas razones. Una de ellas es que si hay Dios, Él nos regaló la
libertad de decidir, libertad imposible
sin el uso de su otro gran obsequio: el pensamiento. Porque si no nos hubiera
regalado el pensamiento, no podríamos decidir nada, como nada deciden otras
existencias de universo. O en términos más rigurosos: no sólo existimos, además
somos. Y el ser sólo puede ser en el tiempo…
En las
elecciones que tuvieron lugar en Venezuela el 7.10.2012 los candidatos se
refirieron de modo indebido a Dios. Capriles dijo que el tiempo de Dios es
perfecto y que todavía no ha llegado ese tiempo. Chávez dijo que había vencido “gracias a Dios”.
Muy estimado
Capriles: el tiempo de la política no es el tiempo de Dios. La política
pertenece a los humanos. Si el tiempo de la política fuera perfecto, se
terminaría para siempre la política. La política para que sea política debe ser
siempre imperfecta( es decir humana).
Presidente
Chávez: usted no ganó gracias a Dios sino gracias a quienes- por razones no
siempre explicables- votaron por usted. Dios, aunque usted no lo crea, no es chavista.
Si así fuera, Dios no sería Dios".
Todos los cristianos tienen que leer este articulo de Fernando Mires. Un obispo, un sacerdote cuando habla de política, habla en su nombre y no en nombre de Dios.Si Dios se mete en política a quien tiene que escuchar en sus oraciones:? A los chavista o a los opositores? Saber perder, saber ganar. Aprender a mirarnos, a aceptarnos, a negoziar. Quizás todavía estamos a tiempo de evitar que el futuro de todos sea un gran fracaso.
ResponderEliminar