El día sábado, 16 de Julio de 2011, se celebró en nuestra Iglesia una santa Misa en honor de su Patrona Virgen del Carmen. La celebración fue presidida por el Obispo Diocesano Mons. Cesar Ramón Ortega Herrera, con la concelebración de los Sacerdotes Padre Ángelo Ferraro Párroco, Padre Luciano Benedetto Párroco de Airola (Italia), de Padre Omar Salazar Párroco de la Catedral, Padre David Millán vicario parroquial, y Padre Andrés Arcila Párroco de Santo Domingo Savio (Puerto La Cruz). Asistieron los monaguillos de la Parroquia en número de 12, los jóvenes italianos que acompañan Padre Luciano, los seminaristas y los Ministros Extraordinarios. La procesión ofertorial fue conmovedora: los niños simpáticamente vestidos con las costumbres de los indios ofrecieron luz, pan, vino, flores, rosario, imagen de la Virgen y la bandera venezolana. El Obispo se quedó particularmente entusiasta, pidiendo aplausos de parte de los presentes. Al finalizar la Santa Misa el Párroco dirigió este saludo al Obispo:
Excelentísimo Mons. Cesar Ramón Ortega Herrera.
Reunidos en este hermoso encuentro quiero dirigirle unas palabras. Unas palabras que salen más que de los labios, del corazón.
Hoy esta Parroquia está de jubilo, primero porque celebra su Patrona y Protectora la Virgen del Carmen, luego porque nos sentimos honrados y favorecidos por su presencia como Obispo Diocesano.
El Concilio Vaticano II confirmó la práctica más antigua de la Iglesia, según la cual, el obispo, sucesor de los apóstoles, es la auténtica autoridad de una diócesis. San Hipólito Romano, de finales del segundo siglo, definió el obispo, «el sumo sacerdote de la diócesis». El ministerio del obispo es ante todo un ministerio pastoral, que realiza la función de “cabeza visible en una comunidad diocesana”. Por eso la importancia de esta su presencia. En consecuencia se impone gran respeto, amor y obediencia; esto hicieron nuestros antepasados. Antes de terminar, quiero una vez más poner en su corazón mis felicitaciones por su cumpleaños. Hay acontecimientos y tiempos en nuestra propia vida: un cumpleaños, un aniversario sacerdotal u otros, que son ocasiones providenciales para reubicar la vida personal y ministerial. Son tiempos de gracia para “beber en su propio pozo”.
La vida de cada uno es heredera de una trayectoria que nos antecede en el tiempo, más aún, desde la eternidad, “Antes de formarte en el vientre materno, yo te conocía; antes de que salieras del seno, yo te había consagrado, te había constituido profeta para las naciones” (Jer.1,5). No hemos comenzado de cero sino que nos hemos insertado en una historia que nos precede y en la que hemos entrado por un llamado gratuito, tierno y amoroso de Dios. No somos necesarios si no es porque Dios ha querido que la historia necesitara de nosotros.
Entonces: Feliz Cumpleaños, de parte de todos los presentes, querido Monseñor y la mejor vida posible. El Señor ponga el resto, que siempre será la mayor y mejor parte. Aprovecho para agradecer como Párroco a los hermanos Sacerdotes Padre David Vicario de esta Parroquia, Padre Omar Salazar, Padre Andrés Arcila, Padre Luciano que llegó de Italia, por su participación a este homenaje a la Madre del Cielo. Gracias!
El canto “Feliz Cumpleaños” acompaño el gesto tradicional de apagar la vela de los años de parte del Obispo con aplausos y entusiasmo de muchísima gente que estaba presente. El Obispo agradeció a todos por la organización perfecta de la fiesta y saludó con una bendición especial a los jóvenes con Padre Andrés, que van a participar a la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid (España).
Los fuegos pirotécnicos y el concierto de la Banda Musical de Estado finalizaron este indimenticable día.
A continuación publicamos las fotos que el joven italiano Francesco, fotógrafo por la ocasión, nos regaló.

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