FESTIVIDAD DE SAN ANTONIO DE PADUA Y DIA DE ROJO.

El día 13 de Junio se celebró a las 9 de la mañana una Santa Misa para pedir a Dios la fortaleza necesaria para rechazar la tentación de la droga. “Dile no a la droga” fue el mensaje presente en todas las pancartas de los alumnos de los varios Colegios de Barcelona. La prevención del consumo de drogas, es un proceso educativo Integral dirigido a enfrentar un problema que ha existido siempre y seguirá existiendo siempre como es el abuso de las drogas y el alcohol. Además apoya el desarrollo personal y social, también busca modificar el ambiente social para enfrentar eficazmente el consumo de drogas.
El propósito de toda la acción de prevención es sensibilizar acerca de los riesgos del consumo, enfrentar la presión social y acrecentar la responsabilidad respecto al problema.
Animadora como siempre la señora Marina de Padrón.
En la tarde a las 5 p.m. se celebró otra Misa en honor de San Antonio de Padua, “El santo de todo el mundo” (León XIII) y la bendición del pan, según la costumbre franciscana. En nuestra Iglesia hay una imagen del Santo, adornada con rosas de parte de las señoras Yelitza y María, colaboradoras de la parroquia. Muchas panaderías regalaron por este día el pan a San Antonio: fue la multiplicación de los panes y después se repartieron a los presentes: una multitud. Lástima que no tenemos fotos.
La historia del pan de San Antonio se remonta al siguiente hecho: se cuenta que Antonio se conmovía tanto con la pobreza que, una vez, distribuyó a los pobres todo el pan del convento en que vivía. El fray panadero se dio cuenta de que no tenían que comer y se lo fue a contar al santo lo sucedido. Él lo envió de nuevo a verificar donde los había dejado. Las cestas se desbordaban de pan, tanto, que fueron distribuidos a los frailes y a los pobres del convento. Se dice también que estando vivo el Santo, una madre prometió donar en trigo a los pobres el peso del hijo resucitado por él. La obra del Pan de los pobres ligada al Santo solo aparece a finales del siglo XIX, época de mucha hambre en Europa, sobre todo con las asociaciones de Messina y de Tolone. Que se comprometieron en transformar en pan para los pobres las ofrendas dadas al Santo.